Soy Neiva Gulnara Carrasco Santos

SOY NEIVA GULNARA CARRASCO SANTOS

Neiva, la que emigró, siendo muy niña, con sus padres desde la provincia de Manabí hacia la provincia de El Oro, en el Ecuador, en busca de trabajo porque en su tierra el cangrejo desaparecía.

Neiva, la que en tierra ajena aprendió a cocinar, a cuidar a sus hermanos, a vender el cangrejo en las calles.

Neiva, a la que le gusta estudiar. La que terminó la primaria en escuela nocturna y con una funda por mochila, la que aprendió los oficios de la belleza y del corte y confección.

Neiva, la que vive en la casita de caña que construyó su padre, en el terreno que le cedió un vecino, cuando llegaron de fuera.

Neiva, la que a pesar de las lágrimas y tempestades decidió seguir adelante.

Neiva, la que recolecta cangrejo en el manglar y lo despulpa para sostener su economía, la que es el soporte de sus 3 hijos y sus 3 hijas.

Neiva, la que entendió pronto que, si se acaba el manglar, se acaba el cangrejo, se acaban los cangrejeros y lucha todos los días por defender su alimento y su trabajo.

Neiva, la que enseña a ser fuerte, a no decaer, a vivir con alegría para llegar lejos.